sábado, 19 de abril de 2014

calle Y diálogo

Cuando nos formamos para ser terapeutas Gestalt una de las primeras cosas que aprendemos es a identificar las dicotomías (me quiero separar-l@ quiero; quiero renunciar a mi trabajo-la estabilidad es importante para mí) y aprendemos que mientras la persona no resuelva su dicotomía no es posible que pueda decidir... 

Es como tener un angelito y un diablito, cada uno a un lado de nosotros, y cada uno halando tratando de convencernos ... 



Y hasta tanto no los integremos, no será posible decidir, ya que a cada intento por hacerlo saldrán los dos extremos, cada uno a tratar de que yo me vaya hacia allá en mi decisión...

Así es lo que está ocurriendo en este momento dentro de la oposición en Venezuela:  Calle o Diálogo... 

Desde hace varios años soy una mujer de diálogo, por decisión,después de haber sido mujer de protesta no violenta activa en la calle... y ahorita, a medida que han ido pasando las semanas he sentido cada día más la fuerza de la duda: ¿será que apoyo la calle?  ¿no es acaso contradictorio? ¿será suficiente con aportar desde lo que sé, apoyando y acompañando a la gente, a resolver temas de violencia, de ira, de miedo...de  acuerdo a lo que considero es mi misión?...Mientras mi angelito y mi diablito están constantemente hablándome.



Hoy leí el artículo de Fausto Masó "No Hay Salidas Milagrosas" y me doy cuenta de que necesito encontrar la forma de integrar en mí estas dos posiciones... Una manera mía, propia, que no tiene porqué ser igual a la de nadie más... la única condición es que me sienta satisfecha y por supuesto que aporte... 

Me he preguntado todas estas semanas si todos necesitamos estar en calle y en diálogo... o si a algunos les toca calle por elección y a otros el diálogo por elección... y no lo sé.  

Lo que sí sé es que la aceptación y el respeto por el otro y su posición distinta a la mía parte de la aceptación, respeto  e integración de mis extremos... Sólo así podré estar list@ para reconocer y respetar al otro, con quien me encontraré en el medio, donde se integran los extremos... y donde realmente tenemos fuerza... 

Ahora entiendo la frase de Bolívar:  "En la unión está la fuerza"... La fuerza dada por la unión, producto de la integración de los extremos:  

calle Y diálogo


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