lunes, 21 de octubre de 2013

Ser u Objeto

Es la segunda vez que me llega un "performance" de Marina Abramovic.

No dejo de sorprenderme y admirarme ante su capacidad de conexión y su constante exploración de sus límites y los de los demás, y darme cuenta de los míos . 

En el primer "performance", aparece en una silla frente a una mesa vacía con otra silla en la que se va sentando en periodos de verios minutos, cualquier persona del público… 

Sin pestañear se mantiene allí observando una persona tras otra, hasta que se sienta frente a ella, después de 23 años, su antiguo amor…

Permanece en silencio, conmovida y sus ojos se humedecen, en contacto con su inmenso amor, su nostalgia, su deseo, su tristeza, su emoción, su cuerpo... de pronto estira y le ofrece a él  sus manos con todo su ser, en contacto consigo misma y con él, expresando su sentir... separan sus manos y su amor se retira… ella se queda… movida por su emoción frente a la mesa vacía, esperando la llegada de una nueva persona. 


¿Conozco mis límites en el amor?  

Hasta dónde soy capaz de llegar por el amor y qué soy capaz de abandonar?  

¿Me abandono o me pongo límites y se los pongo al otro? ¿Ante qué soy capaz de flexibilizar mis límites?

¿Cómo me expreso cuando estoy obviamente invadida por mi sentir? 

¿Me doy permisos ante el amor?  ¿He amado?  ¿Me han amado?  ¿Me amo?

¿Me reconozco en mis limitaciones y en mis límites, conectada con mi corazón y con el corazón del otro?



El segundo "performance" dura seis horas. La artista le dice al público que no se moverá durante seis horas y que pueden hacer lo que quieran con ella.

En una mesa cercana coloca 72 objetos que pueden utilizar de cualquier manera, destructiva o placentera, desde flores, plumas, fotos, marcadores, cadenas… hasta cuchillos y una pistola cargada. 

Fotografía de Marina Abrimovic

Ella se mantiene sin moverse, cual maniquí, recibiendo placer, dolor, irrespeto, violencia... la violencia de los demás.

En un principio la gente es sutil, suave, tímida tal vez y a medida que van colocando objetos en el cuerpo de la actriz, pintándola a ver qué pasa, pinchándola, cortándola, se van poniendo cada vez más violentos, hasta el punto de apuntarle con una pistola a la cabeza…

Al pasar las seis horas, tal como está pautado, termina el "performance" y la actriz comienza a caminar hacia el público, y todos huyen en desbandada, asustados, por un instante quizá conscientes del daño que han hecho y temiendo una confrontación.  


¿Me he prestado alguna vez a ser el objeto de otra persona, al permitir que haga lo que quiera conmigo sin poner límites, sin oponer resistencia? 

¿He tolerado que otra persona me dañe, sin pestañear siquiera? 
¿He permitido que otra persona me invada? 

¿Tengo algún límite?  ¿Cuál es mi límite?  ¿Conozco mis límites? ¿Pongo límites?

¿Y en cuántas ocasiones he sido yo quien, sin siquiera detenerme a pensar, he herido a otro, querido o no… mi adversario, mi pareja, mi mamá, mi papá, algún competidor(a), amig@, queriendo que sean como yo, imponiendo mis puntos de vista llegando incluso a la violencia física, sin medir las consecuencias para la otra persona e incluso para mi? o tal vez aceptando con sumisión, olvidándome de mi mism@?

Y ni qué decir de las veces que me he hecho daño a mi mism@… Aceptando la visión del otro o acusaciones con las que no estoy de acuerdo, con sumisión… O tal vez injiriendo comida que me perjudica, comiendo en exceso… Complaciendo al otro y olvidándome de mí... Callando mi rabia en lugar de expresarla, o guardando un rencor, en espera del “momento” para sacarlo a la luz y vengarme…

Definitivamente, el arte, es un espejo de lo que somos como sociedad y de lo que soy como persona de uno en uno. 

Sea que hieras a otro o que te hagas daño a ti mism@, en ambos casos has perdido el contacto con tu cuerpo, con tu emoción, con tu alma.

 “Falto de amor a Mí mismo
 Cuando en el intento de complacerte me traiciono.
 Falto de amor a Ti
 Cuando intento que seas como yo quiero”
       
                      Fritz Perls. Oración de la Gestalt 

Ser como soy, en contacto en el ahora, conectada con mi emoción, en contacto con mi cuerpo y mi corazón.

“Ser como somos, y convertirnos en lo que somos capaces de convertirnos...” Robert Louis Stevenson,

En la medida que cada uno de nosotros se mantenga en contacto consigo mismo y se convierta en lo que es capaz de ser, podremos hacer contacto entre todos, como el ser integral que somos y no como objetos.

Ilustración del libro “Yo te amo”