lunes, 11 de febrero de 2013

¿León u Oveja?


Cuenta una antigua leyenda hindú que hubo una vez un cachorro de león huérfano que fue acogido por un rebaño de ovejas. Se crió entre ellas en las cercanías de un hermoso lago. Creciendo allí llegó a creer que él también era una oveja.

Cuando llegó a la edad adulta, y siendo un enorme león, se comportaba como cualquiera de las demás ovejas. Un día se acercó otro león adulto y hambriento hasta allí y se asombró mucho de observar que ese león, mucho más grande y fuerte que él, huyera como hacían las ovejas, brincando y balando con el resto de los miembros del rebaño. Después de mucho esfuerzo logró arrinconarlo. Inútilmente intentó explicarle que no debía huir porque ERA UN PODEROSO LEÓN.

Finalmente, con un gran esfuerzo le arrastró hasta el lago cercano. Allí le obligó a mirar su reflejo en la superficie del agua. 

Cuando el león observó su rostro, su cuerpo y melena, reflejados de manera nítida en la superficie del agua se estremeció de pies a cabeza y desde lo profundo de sus entrañas se elevó la más intensa emoción interna y brotó el más fuerte y poderoso rugido que se había escuchado jamás haciendo eco a través de todas las montañas y valles del mundo.



Reflexión:

¿Cómo te sientes tú? ¿Quién crees que eres? ¿Una oveja? ¿Un león? ¿O tal vez eres un león que se cree y vive como oveja? 



Mírate en el espejo. ¿Qué ves?   Obsérvate en tu vida cotidiana. ¿Logras identificarte? ¿Eres lo que pareces ser? ¿Te sientes a gusto contigo mism@? ¿Vives como lo que realmente eres o te escondes detrás de un disfraz, tal vez para complacer a los demás o para "protegerte"?

Si sospechas que estás escondid@ en un disfraz de oveja, siendo león(a), es probable que no te valores, tengas una baja autoestima  y no te asumas como eres, por temor a que los demás vean tu parte menos querida y tus limitaciones...  

No obstante, y de acuerdo con Manuel Barroso cuando me valoro positivamente "me veo a mí, me aprecio, y la misma fuerza y energía me conduce a ver hacia  fuera de mí, proyectando todo cuanto siento y soy: me comunico…” y puedo entonces rugir como el león(a) que soy, sin disfraces...